La adicción al trabajo se define como una implicación excesiva y sin control en el trabajo, lo que causa el abandono de otras actividades. Los síntomas incluyen estrés, insomnio e hipertensión. Existen tres tipos de adictos al trabajo: complacientes, controladores e narcisistas controladores. El tratamiento implica reconocer la adicción y priorizar otras áreas de la vida como la familia y amigos.