Este documento discute los cambios en la sociedad hacia una sociedad del conocimiento y las implicaciones para las políticas educativas, la autonomía de los centros escolares, y la profesión docente. Se argumenta que las escuelas deben convertirse en centros de redes que cooperen con las familias, instituciones y empresas locales. También se enfatiza la necesidad de flexibilidad, innovación, apertura y formación permanente para los docentes a fin de adaptarse a estos cambios.