Félix Aranbarri ha renunciado como alcalde de Ondarroa después de cuatro años en el cargo debido a las constantes amenazas, insultos y la quema de su coche por parte de radicales. A pesar de los ataques personales, Aranbarri, de 67 años y jubilado, se ofreció voluntariamente para el puesto sin ninguna ambición política y trabajó por el bien de su pueblo. A pesar de los sufrimientos, Aranbarri no guarda rencor y ha ayudado incluso a la familia de la