El editorial analiza la paulatina separación del grupo de poder denominado Chavismo-Madurismo en Venezuela, así como la guerra entre las mafias del país. Argumenta que debido a la crisis, dirigentes políticos y funcionarios se están distanciando del movimiento Chavista para evitar represalias o salvarse del hundimiento. También señala que las mafias lucharán de forma más violenta por el control de recursos, mientras el gobierno se despedazará con más miembros separándose.