La civilización romana se originó en la península itálica, con Roma ubicada en el Lacio. Roma comenzó como una monarquía gobernada por reyes, pero luego se convirtió en una república. La sociedad romana estuvo dividida entre los patricios ricos y los plebeyos pobres, lo que llevó a conflictos. Aunque la república duró varios siglos, eventualmente las desigualdades, la corrupción y las guerras civiles condujeron a su caída.