Don Juan apuesta que podrá seducir a la prometida de su amigo y a una novicia. Intenta seducir a la hija de Don Gonzalo, Doña Inés, quien vive en un convento. La rapta pero Don Gonzalo busca venganza. Más tarde, los espíritus de Don Gonzalo y Doña Inés visitan a Don Juan para advertirle que se arrepienta de sus acciones o será condenado.