Los cenotes de Yucatán constituyen ecosistemas únicos que albergan especies endémicas. Sus características físicas como la profundidad, forma y acceso a la luz determinan las comunidades biológicas que contienen, incluyendo plantas, fitoplancton, invertebrados y peces. Las actividades humanas como la contaminación y modificación del hábitat amenazan a estos delicados ecosistemas kársticos, por lo que se requiere un monitoreo y conservación continuos.