El documento describe los aspectos prácticos del control interno que las organizaciones deben seguir para lograr un sistema de control interno eficiente, incluyendo la responsabilidad delimitada, la separación de funciones, la delegación de autoridad, los controles automáticos y selectivos, la rotación de funciones del personal, la protección de los activos, las instrucciones escritas y los pagos con cheques. Se recomienda que las empresas realicen controles no rutinarios de manera periódica y sorpresiva para evaluar la efectividad de los controles.