El documento debate si la Biblia permite o no el consumo moderado de bebidas alcohólicas. Presenta dos puntos de vista opuestos sobre este tema, defendidos por Kenneth Gentry y Stephen Reynolds. Gentry argumenta que la Biblia permite e incluso a veces estimula el consumo moderado de bebidas alcohólicas, mientras que Reynolds sostiene la posición opuesta. El documento analiza la evidencia bíblica para cada posición.