La palma de cera es una palma nativa de los valles altos andinos de Colombia que ha sido designada como el árbol nacional. Proporciona hábitat para especies en peligro como el loro Orejiamarillo, pero está en riesgo de extinción debido a la industria maderera, la recolección de sus frutos para el ganado, y el uso de sus hojas para el Domingo de Ramos.