El documento describe la Ley Sarbanes-Oxley (SOX) de 2002, la cual exige que las compañías que cotizan en bolsa establezcan controles internos efectivos sobre la información financiera. La SOX busca proteger a los inversionistas y mejorar la exactitud de la información pública de las corporaciones. La sección 404 requiere que la alta dirección evalúe y certifique la efectividad de los controles internos de la compañía sobre la información financiera.