La capitalización del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) en 1995 condujo a su quiebra. El proceso de privatización estuvo plagado de irregularidades y la adjudicación a la empresa brasileña VASP resultó en un vaciamiento de activos y una gran deuda. Para 2001, cuando VASP abandonó el país, el LAB había perdido su posición como línea aérea bandera de Bolivia y se encontraba técnicamente en quiebra. La privatización mostró que el mito de la mayor eficiencia privada no se cumplió y terminó en perju