Este documento describe un código de colores para clasificar y tratar heridas de acuerdo a su gravedad. Las heridas rojas están casi curadas, las amarillas pueden estar infectadas y requieren limpieza y tratamiento antimicrobiano, y las negras presentan tejido necrótico que debe eliminarse mediante desbridamiento antes del tratamiento. El objetivo es tratar cada herida de forma apropiada según su estado de cicatrización.