Este documento discute el estatus secundario universal de la mujer y propone que se debe explicar a la luz de la relación entre naturaleza y cultura. Argumenta que la subordinación femenina no se puede atribuir al determinismo biológico, sino que las diferencias biológicas entre hombres y mujeres solo adquieren significado de superioridad/inferioridad dentro del sistema cultural de valores. Plantea que debido a que los hechos biológicos son irrelevantes para explicar este estatus, la única forma de explicar la subordinación femenina es interpre