El documento aboga por la reinvención y rediseño de Gualeguaychú, enfatizando la necesidad de un enfoque colaborativo entre ciudadanos y autoridades para crear una ciudad sostenible, vibrante y auténtica. Propone un modelo que prioriza la creatividad, la cultura y el diálogo constante, alejándose de la concepción de la ciudad como un mero parque temático. La ciudad debe ser un espacio de experiencias significativas y no una copia de otras ciudades, promoviendo la participación activa de sus habitantes en su desarrollo.