La autora presenta algunos conceptos clave para entender la antropología culinaria. Explica que la alimentación es un acto profundamente cultural que involucra clasificar qué es y no es comestible. También señala que el gusto opera como marcador de identidad y que, aunque la disponibilidad ambiental influye, los grupos humanos no siempre comen lo mismo incluso en iguales condiciones ecológicas. Esto sugiere que lo social pesa más en la elección de los alimentos.