La guerra civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa marcó el comienzo del declive del Imperio Inca. Atahualpa derrotó a Huáscar y destruyó Cusco, debilitando el poder imperial justo antes de la llegada de los españoles. El cronista indígena Jacinto Collahuazo fue encarcelado por escribir una crónica en quechua sobre esta guerra civil.