La autonomía significa tomar decisiones e iniciativas propias asumiendo la responsabilidad de los resultados sin culpar a otros. Un líder se distingue por trabajar en equipo, generar confianza y pensar en los demás, mientras que un jefe actúa solo por su propio beneficio sin importar a los demás. Ser proactivo es tener la capacidad de tomar decisiones basadas en criterios propios asumiendo la responsabilidad de las consecuencias.