El documento contrasta las actitudes proactivas frente a las actitudes reactivas. Las actitudes proactivas se caracterizan por asumir la responsabilidad de los propios actos, pensar en formas alternativas de hacer las cosas, buscar soluciones y tomar decisiones de manera autónoma. En contraste, las actitudes reactivas se caracterizan por no asumir responsabilidades, culpar a otros y dejarse influenciar por los demás.