La computación en la nube permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. Existen tres capas principales: infraestructura como servicio, plataforma como servicio y software como servicio. La computación en la nube ofrece beneficios como escalabilidad, bajo costo y actualizaciones automáticas, pero también plantea desafíos en términos de seguridad, privacidad y dependencia de proveedores.