La primera computadora portátil considerada como tal fue la Epson HX-20 en 1981. Esto permitió que científicos, militares y empresarios pudieran llevar su computadora e información de un lugar a otro. En 1981, la Osborne 1 salió al mercado comercial estableciendo el formato de las portátiles modernas, aunque con capacidades limitadas para la época. En 1995, con Windows 95, la venta de portátiles aumentó notablemente y eventualmente superó las ventas de escritorio.