El documento contiene varios aforismos y reflexiones sobre la figura del crítico literario. Se sugiere que los críticos salen de noche y no con buenas intenciones. Un buen crítico narra sus propias experiencias con las obras maestras, mientras que un mal escritor puede llegar a ser un buen crítico al igual que un mal vino puede convertirse en un buen vinagre. Los críticos de hoy en día juzgan las obras en función de su impopularidad.