El documento discute que los conflictos no son inherentemente buenos o malos, sino que pueden tener beneficios como estimular ideas nuevas y sacar a la luz aspectos ocultos. Sin embargo, también pueden causar estrés y distanciamiento. Aunque los conflictos a veces ayudan a cambiar las perspectivas y conocer mejor a los demás, no siempre es apropiado negociarlos, especialmente si uno estaba equivocado. En su lugar, a veces es mejor colaborar, evitar, imponerse o renunciar, dependiendo de factores como la urgencia y importancia