El documento describe el movimiento arquitectónico deconstructivista. Se originó en los años 1960 en Francia influenciado por la filosofía deconstructivista de Jacques Derrida. Los edificios se caracterizan por formas no rectilíneas y una apariencia visual impredecible. El movimiento rechaza las reglas modernistas y busca liberar a la arquitectura mediante la fragmentación y distorsión de elementos.