El constructivismo fue un movimiento artístico ruso que surgió en 1917 y se basó en el cubismo. Promovió un estilo geométrico y funcional que reflejaba la maquinaria y tecnología modernas, utilizando materiales industriales como alambre, madera y vidrio. Rechazó el arte por el arte y defendió que el arte debe integrarse en el espacio y resolver necesidades sociales. Sin embargo, debido a la inestabilidad posterior a la revolución, se llevaron a cabo pocos proyectos a gran escala.