El constructivismo fue un movimiento artístico y arquitectónico surgido en Rusia en 1914, influenciado por la revolución de octubre y fundado por Vladimir Tatlin. Se caracteriza por la utilización de materiales industriales y se divide en tendencias: una utilitaria, en servicio de la revolución, y otra estética, centrada en la libertad de creación. Este movimiento tuvo un impacto significativo en el arte europeo y en la propaganda gráfica de la URSS, además de influir en corrientes como el movimiento de stijl y la arquitectura moderna.