El constructivismo surgió en Rusia en 1913 y se difundió por Europa. Promovía el arte abstracto y geométrico como una creación en lugar de una imitación, así como el uso del arte para fines prácticos como la construcción. Movimientos relacionados incluyen el suprematismo de Kasimir Malévich, el constructivismo ruso que vinculó el arte a la tecnología, y el neoplasticismo holandés de Mondrian que buscó reducir las formas a líneas horizontales y verticales.