Los depósitos han perdido rentabilidad debido a las nuevas limitaciones impuestas por el Banco de España, fijando un máximo de hasta el 2,75%. Esta situación ha llevado a los ahorradores a buscar otras opciones de inversión, como fondos de inversión o la renta variable. Como resultado, los depósitos, anteriormente populares, han disminuido su atractivo entre los inversores.