Se presenta el caso de un paciente con secuelas neurológicas que desarrolló diarrea incontrolable tras el recambio de su tubo de gastrostomía. Investigaciones revelaron que el tubo no estaba en el estómago, sino en el colon transverso, lo que causó la diarrea. Se realizó una cirugía para corregir la situación, y el paciente se recuperó satisfactoriamente, reanudando la alimentación enteral.