El documento discute la importancia de respetar los procesos de juego de los niños y cómo enseñarles a jugar de manera adecuada. Explica que el juego no debe ser solo una actividad propuesta por los maestros, sino que los niños deben poder explorar el juego por su cuenta y a su propio ritmo. También destaca la necesidad de proporcionar a los niños materiales y tiempo suficientes para que puedan aprender diferentes tipos de juegos por sí mismos.