El documento resume la historia de la dactiloscopia desde sus orígenes en el periodo neolítico hasta los sistemas de clasificación desarrollados a finales del siglo XIX. Destaca figuras clave como Purkinje, quien observó patrones en las huellas dactilares en 1823, Herschel, quien descubrió su permanencia en 1858, y Galton, Vucetich y Henry, pioneros en la clasificación dactilar y su aplicación criminalística.