Don Bosco nació en 1815 en Italia. Tuvo un sueño a los 9 años en el que Jesús le dijo que educara a los jóvenes con amor y paciencia en lugar de golpes. Años más tarde, comprendió que este sueño era su vocación de educar a la juventud. Fue uno de los sacerdotes más cercanos al Papa en los difíciles años de consolidación del Estado italiano y mantuvo la unidad de la Iglesia.