El documento aborda la persistente marginalidad de los estudios de comunicación, planteando desafíos como la fragmentación temática y la falta de empleo para egresados. Además, sugiere que la comunicación intersubjetiva podría ofrecer soluciones a problemas de comunicación en contextos sociales y familiares. Se enfatiza la necesidad de integración con otras disciplinas y la relevancia de la comprensión de las dinámicas comunicativas para enfrentar estos desafíos.