El documento describe una obra escultórica de Josep Maria Subirachs que se exhibe temporalmente en el Museo del Ferrocarril. Originalmente, la escultura era un friso ubicado en la estación de Sants en Barcelona. La obra rinde homenaje al tren a través de símbolos como la rueda. El autor buscó fusionar el arte con la actividad cotidiana de la estación mediante el uso de letras que forman la palabra "BARCELONA".