El desarrollo de la personalidad es un proceso complejo que involucra factores hereditarios, ambientales y de experiencia personal. En las primeras etapas, desde los meses hasta los 6 años, los niños pasan por distintas crisis que les permiten desarrollar su autonomía e identidad. La adolescencia también implica una crisis importante de búsqueda de identidad. Los padres juegan un papel fundamental en este desarrollo a través de la calidad de la afectividad, el estímulo a la autonomía dentro de límites claros y la valoración del