Este documento discute si el e-learning es el futuro de la formación. Señala que aunque los contenidos y servicios de e-learning están bien desarrollados, los usuarios aún no están acostumbrados a esta nueva forma de aprendizaje. También argumenta que aunque la formación tradicional sigue usando los mismos métodos de hace décadas, los estudiantes han crecido con la tecnología y aprenden mejor a través de enfoques más interactivos como el e-learning. Concluye que si bien la formación presencial necesita actualizarse