La edad intermedia se caracteriza por una serie de cambios físicos y emocionales, como el dolor corporal, el deseo de hacer ejercicio sin la energía para hacerlo, y la reflexión sobre el paso del tiempo. Es un momento en que se empieza a criticar a las generaciones más jóvenes y se olvidan nombres y rostros. A pesar de los desafíos, se aníma a disfrutar del intervalo de la vida.