El documento analiza el fenómeno migratorio en relación con la crisis contemporánea de la noción moderna de ciudadanía, abordando las visiones de tres filósofos destacados: Sandro Mezzadra, Seyla Benhabib y Raúl Fornet-Betancourt. A través de sus aportes, se propone una reflexión sobre la inclusión de los migrantes y la necesidad de redefinir la ciudadanía más allá de las fronteras nacionales. La obra destaca la interconexión entre migración, derechos humanos y cultura en el contexto de la globalización.