El gobierno de Madero triunfó tras la Revolución Mexicana de 1911, estableciendo la democracia y libertad de expresión. Sin embargo, su gobierno se enfrentó a continuos levantamientos debido a la inestabilidad política y social. En 1913, Félix Díaz y Victoriano Huerta lideraron un golpe de estado con apoyo de Estados Unidos durante la decena trágica, asesinando a Madero y su vicepresidente e imponiendo una dictadura de 17 meses.