Las declaraciones y códigos creados en el siglo XIX, como la Declaración de Ginebra, el Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki, establecieron principios éticos para proteger los derechos humanos en la investigación médica. Se crearon para regular la experimentación con seres humanos después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y dar inicio a la bioética. Aunque han ayudado a avanzar la ciencia de manera ética, también han planteado nuevos debates sobre temas como la clonación y