La testosterona es responsable de la eritrocitosis excesiva en varones nativos de la altura y se asocia con síntomas de mal de montaña crónico. Niveles altos de testosterona y hemoglobina no son óptimos para la adaptación a largo plazo a la altura. La eritrocitosis serviría para la aclimatación aguda pero no la adaptación. El mayor tiempo de exposición a la altura y estilos de vida saludables mejoran la adaptación con niveles más bajos y controlados de testosterona y hemoglobina.