Este documento analiza los desafíos de evaluar el aprendizaje de estudiantes indígenas en América Latina mediante pruebas estandarizadas debido a las diferencias culturales. Explica que las poblaciones indígenas enfrentan desventajas educativas y que los exámenes pueden favorecer a ciertos grupos. También discute la necesidad de considerar perspectivas culturales al adaptar las pruebas y ofrece recomendaciones como evaluar cuidadosamente los resultados y analizar la compatibilidad cultural de los exámenes.