Este documento habla sobre tener expectativas realistas como cristianos. Aunque esperamos lo mejor, también debemos reconocer que habrá dificultades y fracasos, como se ve en la Biblia. Incluso Dios mismo a veces "pierde". Lo importante es no abandonar la fe cuando las cosas van mal, sino levantarse y continuar confiando en que Dios siempre está con nosotros y al final saldremos victoriosos.