El documento argumenta que las tareas escolares no son necesarias si los estudiantes trabajan bien en la escuela. Señala que el horario escolar es suficiente para el aprendizaje de los estudiantes y que si un estudiante no trabaja bien en clase, el maestro puede citarlo después de la escuela para repasar la lección, en lugar de asignar tareas. También sugiere que los maestros con grandes grupos de estudiantes deberían revisar las tareas cuidadosamente para motivar a los estudiantes a completarlas.