El documento resume un recurso de hecho presentado por la defensa de José Carlos Quaranta, condenado por tráfico de drogas. La defensa argumenta que la intervención telefónica que inició la causa fue ilegal y violó el derecho a la privacidad. Aunque la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó el recurso anterior por falta de fundamentación, este Tribunal Supremo considera que el recurso cumple los requisitos mínimos y procede su tratamiento.