La fibrosis quística es un trastorno genético que afecta principalmente los pulmones y el páncreas. Se transmite de forma recesiva y se produce cuando un niño hereda dos copias del gen mutado de ambos padres. Sus principales síntomas son infecciones pulmonares recurrentes, dificultad para respirar y digestiva. El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sudor o pruebas genéticas. Requiere un tratamiento diario y de por vida para controlar los síntomas y complicaciones.