Los monjes holandeses crearon originalmente la ginebra en el siglo XII como medicina. Los soldados ingleses la descubrieron en Holanda en el siglo XVI y la llevaron de regreso a Inglaterra. En el siglo XVIII, la ginebra se había convertido en la bebida nacional de Inglaterra, aunque los altos impuestos posteriores mejoraron su calidad y la hicieron más accesible para las clases altas.