Una escala logarítmica permite representar valores de magnitudes muy diferentes en un mismo gráfico. Al tomar los logaritmos de los valores y representarlos en una escala aritmética normal, los puntos se separan mejor que en una escala aritmética simple. Alternativamente, se pueden representar los valores directamente en un eje con intervalos logarítmicos. Esto convierte funciones exponenciales y polinómicas en rectas, facilitando los cálculos.