Este prólogo presenta al autor Claudio Hernández como un experto en temas informáticos que escribe libros complejos pero accesibles sobre hackers, virus y criptografía. El autor del prólogo elogia la capacidad de Hernández para explicar de manera pedagógica historias de hackers famosos como Kevin Mitnick sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados. También sugiere que los libros de Hernández son entretenidos y fáciles de leer de una sentada.