Este documento resume la historia de la bioespeleología, desde los primeros registros del interés del hombre prehistórico por la vida en las cavernas hasta el desarrollo de la bioespeleología como disciplina científica en el siglo XIX. Destaca hitos como las primeras descripciones de organismos cavernícolas en el siglo XVIII y el estudio sistemático del primer insecto troglobio en 1832, que marcó el nacimiento de esta rama de la biología.